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La Asamblea Mundial de la Salud aprueba una nueva resolución para la hepatitis: hora de actuar para la OMS y los estados miembros

Comunicado de prensa – Ginebra – 22 de mayo de 2014

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Hoy, cuatro años después de adoptar la primera resolución para la hepatitis viral, la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) —organismo decisorio de la Organización Mundial de la Salud (OMS)— ha aprobado la resolución sobre la hepatitis, la cual compromete a la OMS y a los estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a actuar con urgencia en el tratamiento de la pandemia mundial de la hepatitis, incluido el virus de la hepatitis C (VHC).

A nivel mundial, se estima que 185 millones de personas padecen del VHC. Desde 2010, a pesar de la posibilidad de tratamiento y curación de la hepatitis C, más de un millón de estas personas han fallecido por enfermedades hepáticas relacionadas con el VHC. Desde ese año, aunque la hepatitis C es prevenible, entre 9 y 12 millones de personas han sido infectadas por este virus. Además, en un número creciente de países, las enfermedades hepáticas causadas por el HCV han sido la principal causa de muertes no relacionadas con el SIDA entre personas infectadas de VIH y VHC.

Esta resolución llega en un momento crítico, ya que se están introduciendo en el mercado nuevos fármacos para el tratamiento del VHC. Estos nuevos medicamentos, conocidos como antivirales de acción directa (AAD), demuestran una tasa de curación por encima del 90% en ensayos clínicos y ofrecen un tratamiento mucho más sencillo. Los AAD prometen, como nunca antes se ha producido, la erradicación del VHC a nivel mundial, principalmente en los países de renta media y baja (LMIC por sus siglas en inglés), que acumulan el 85% de personas con VHC.

No obstante, en los países de renta alta, un régimen combinado de 12 semanas del tratamiento con AAD puede costar 140.000 USD, aunque su coste de producción esté por debajo de 250 USD. [1] A lo largo del proceso de resolución, decenas de países, como Malasia, Ucrania, Sudáfrica, Venezuela y Francia, resaltaron el coste prohibitivo de los nuevos tratamientos del VHC.

El Acuerdo de la Organización Mundial de Comercio sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (TRIPS por sus siglas en inglés) concede a los países de renta media y baja ciertas flexibilidades de índole legal. Esta resolución sobre la hepatitis aboga por el uso, por parte de los LMIC, de estas flexibilidades con vistas a la producción e importación de versiones genéricas de los AAD y de otros medicamentos en caso de que las compañías farmacéuticas se nieguen a ofrecerlos a precios asequibles. Brasil, país patrocinador de la resolución, la cual se votó a favor por unanimidad, manifestó durante la votación que los gobiernos “deberían usar las flexibilidades del TRIPS si fuera necesario” con el fin de facilitar el acceso a fármacos genéricos seguros, efectivos y de calidad.

La OMS debe apoyar de manera vehemente e inequívoca el uso, por parte de esos países, de las licencias obligatorias, de la importación paralela y de otras flexibilidades del TRIPS para facilitar el acceso universal a un tratamiento vital que ayude a parar las 500.000 muertes anuales relacionadas con el VHC.

La inclusión de la reducción del daño —enfoque empírico dirigido a reducir la transmisión sanguínea de virus y la mortalidad entre las personas usuarias de drogas inyectables (PWID por sus siglas en inglés)— queda reflejada en esta resolución como recomendación clave, a pesar de una primera oposición por parte de algunos países. Durante la votación, algunos gobiernos, como Indonesia, Irán, Rusia y Canadá, se pronunciaron acerca de la necesidad de centrarse en las PWID como población clave. Ahora, la OMS debe dar prioridad a facilitar la asistencia técnica a los estados miembros de la ONU con el fin de aumentar considerablemente el número de programas de agujas y jeringas, la terapia de sustitución de opioides, el acceso al tratamiento del VHC, la despenalización de las PWID y la reducción del daño para esta población de especial importancia, la cual presenta un 67% de personas infectadas de VHC. La mayoría de nuevas infecciones se producen entre las PWID; sin embargo, el acceso a los equipos de inyección estéril y a otros medios de prevención del VHC es sorprendentemente inadecuado, alcanzando únicamente un porcentaje muy pequeño de personas en situación de necesidad. Este fracaso notorio de la salud pública provoca una continua expansión de la epidemia.

Esta nueva resolución sobre la hepatitis insta a la Directora General de la OMS, Margaret Chan, y a su agencia a movilizar la voluntad política a nivel mundial y los recursos para hacer frente a la hepatitis viral con efectividad, así como a dar apoyo a los estados miembros de la ONU en el desarrollo de la capacidad técnica para poner en marcha la prevención, el tratamiento y los planes de atención. Si no se lleva a cabo una inversión masiva de recursos por parte de donantes y estados miembros de la ONU para garantizar un plan global, millones de personas seguirán sufriendo la infección y la posterior muerte.

Para más información sobre los asuntos claves concernientes a la resolución sobre la hepatitis de la Asamblea Mundial de la Salud, véase “Defuse hepatitis C, the viral time bomb: Test and Treat Hepatitis C: Position Paper for the 67th World Health Assembly, May 19–24, 2014”, disponible en inglés, francés and ruso.